CITAS MÉDICAS

Ah, citas médicas... menudo filón. Confundir la fecha con la hora, equivocarme varias veces de edificio (incluso de ciudad), consultar la fecha de la consulta en una citación ya pasada, etc. Hay mil maneras de meter la pata. Yo las conozco todas. Además soy muy creativa para estas cosas. Una de mis jugadas más redondas fue pedir cita de vacunación para Reyitas y, llegada la hora, pensar "ir por la calle con esta niña llorona es un tormento, mejor la dejo con nuestra vecina Luisa y me llevo a Lute". Así lo hice. Cuando la enfermera me informó de mi error y de mi consiguiente tara mental, volví a recoger a Reyes.

-¿Qué, Lute, te ha dolido el pinchazo?- preguntó Luisa -Pues es que resulta que han retirado la vacuna del calendario.- Respondí yo.

Luisa me miró con suspicacia. Supongo que se podía leer en mi cara de subnormal que algo trataba de ocultar. En cuanto nos despedimos salí disparada al centro de salud con los dos niños a cuestas, rezando para que Luisa no estuviera espiando en el zaguán.